En los años 80 los terrenos donde hoy en día se ubica el jardín no eran más que explanadas verdes repartidas en muchas parcelas cuyos propietarios eran los vecinos de la villa.
Y te estarás preguntando, ¿en qué momento pasa a ser un único terreno?
José Rivera Larraya y su mujer, Rosa María se enamoran de la zona y deciden establecerse en ella. Edifican una casa y un pequeño jardín que diseñan con mucho mimo, siendo las camelias las principales protagonistas, y va ampliándose con la compra de los terrenos cercanos. De esta manera el solar va creciendo y goza de un gran esplendor. Era frecuente que el disfrute del mismo no solo fuera por parte de sus dueños, sino también por los visitantes que acudían para verlos de la mano del responsable de jardinería de la época, José Manuel.
Pasados los años, el jardín cae en declive y la falta de cuidados de jardinería hace que a finales de los 90 no viviera sus mejores momentos. Sin embargo, hace apenas un año, se reabre a las visitas fruto de un acuerdo entre el Ayuntamiento de Valdés y sus dueños. Este hecho ha sido todo un acontecimiento en el pueblo y gente venida de toda Asturias acude a conocerlo.