descubriendo la pequeña París
Burdeos es un destino que no entraba en nuestros planes, pero quiso la casualidad que apareciese un vuelo barato en el horizonte (cuando todavía no había COVID y se podía viajar) y preparásemos la maleta.
La ciudad francesa, conocida también como la pequeña París, ha sido un gran descubrimiento. Burdeos es joven, desenfadada y podrías vivir mirando para arriba. También es vino, cafeterías y librerías de viejo. Burdeos es un destino fantástico para ir a pasar un fin de semana o un puente, pero si puedes ¡evita los lunes! La ciudad se queda sin vida y hay muchos sitios (cafeterías, restaurantes, tiendas,…no sólo museos) que no abren.
Nosotros tenemos pendiente volver en verano porque seguro que hay matices diferentes a recorrerla en invierno.
¿Te vienes?


Hoy te cuento cuales son las principales atracciones de la ciudad para que puedas organizar una pequeña ruta para conocer Burdeos y qué ha sido lo que más nos ha sorprendido.
1. ¡Callejea!






El centro de Burdeos está declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Sus calles son perfectas para vagar sin rumbo fijo. Párate a mirar los edificios, fijándote en cada uno de sus detalles, que tienen muchos. Contempla el color tan característico de sus edificaciones. Detente en los grandes portalones de colores y hazte una y mil fotos.
Entra en cada una de las tiendas bonitas que te encuentres en el camino (aquí una pequeña muestra) o siéntate en una terraza a tomarte un café y a ver a la gente pasar.
¡No tengas prisa y disfruta!






Una buena opción siempre es realizar un free tour para conocer la ciudad.
2. PRUEBA SUS DULCES TÍPICOS
En Burdeos tienen un dulce típico, los cannelés. Son unos bizcochos aromatizados con vainilla y ron horneados en unos moldes metálicos de diferentes tamaños.
Es frecuente encontrarlos en diferentes tiendas especializadas, aunque dicen que La Toque Cuivrée es la favorita de los bordoleses, que los comen como si fueran gominolas.




Personalmente no me dio mucho más por los bizcochitos, pero ya de estar allí hay que probarlos para tener una opinión al respecto. Y aunque suene a tópico, como sustituto ¡siempre nos quedará un rico croissant!
3. DISFRUTA DEL VINO, en el museo y en los bares
Si por algo se conoce Burdeos y su región es por el vino. No puedes dejar de probarlo acompañándolo de un queso francés o de unas ostras. También puedes hacerte con unas botellas para traerte como recuerdo del viaje en una de las muchas tiendas especializadas que hay por la ciudad.


Además, para promover la cultura del vino, han creado “La Cité du Vin”, un museo interactivo en el que aprender y despertar los cinco sentidos.
La visita merece la pena. El museo está algo alejado del centro de la ciudad, pero puedes llegar a él dando un paseo por la orilla del río Garona (unos 30 minutos aproximadamente) o cogiendo el tranvía que te dejará en la puerta.




Lo primero que sorprende es el edificio, que se asemeja a un gran decantador. Una vez dentro, la entrada incluye una audioguía con la que tú podrás ir marcando tu ruta en función de tus intereses. Aunque no seas muy amante de los vinos resulta muy interesante y al poder oler y tocar e interactuar mucho, el tiempo se te pasará volando. Para finalizar, en la octava planta, puedes contemplar el Garona y el Puente Jacques Chaban Delmas desde el Belvedere mientras catas un vinito (incluido también con la entrada).


Puedes adquirir tus entradas a través de este enlace de Civitatis. A ti no te costará nada extra y nos estarás ayudando a mantener la web y seguir creando contenido.
4. RECORRER LAS PUERTAS DE LA CIUDAD
Burdeos fue una ciudad medieval, y como tal, vivió rodeada por una muralla. Las puertas que se conservan en la ciudad no son de aquella época, pero si que cuentan parte de la historia de la ciudad y son algo característico.




Las más conocidas son la Puerta Cailhau, de la que todo el mundo se lleva un recuerdo en forma de foto y la Puerta de San Eloy o Grosse Cloche, actual campanario de la ciudad.
Mi propuesta es que organices un pequeño recorrido y visites las seis.


¿Te animas?
5. DESCANSA EN EL JARDÍN PÚBLICO


Si el día acompaña, el Jardín Publico es un sitio maravilloso para hacer un alto en el camino y pararse a descansar. En España no tenemos tanta cultura de ir a pasar la tarde a los parques de nuestra ciudad. Algo que me sorprendió mucho es la cantidad de gente que había sentada en la hierba de tertulia pasando el rato.








Si viajas con niños es parada obligatoria para ver el teatro de marionetas de Guignol Guérin o montar en el carrusel.


6. VISITA LOS ANTICUARIOS
En el barrio de Chartrons se localiza la Rue Notre-Dame donde podrás ir a buscar algún tesoro en las muchas tiendas de antigüedades. La calle es conocida por ser la calle de los anticuarios y aunque no vayas con idea de comprar, date un paseo por allí.




La zona es muy bonita y hay más tiendas en las que curiosear y llevarte un recuerdo de la ciudad.


Como sugerencia, te invito a que hagas una parada en el número 93 para conocer Do you speak francais?, una tienda súper bonita en la que solo hay productos de diseño francés. Otro número para anotar en la libreta de visitas es el 79 donde está Coutume Store. Menaje del hogar con un toque muy chic.








7. HAZ VISITAS DE TURISTA
Si recurres a una guía de viajes para conocer Burdeos te detallará un largo listado de museos, iglesias y lugares a visitar. Hay gente que prefiere únicamente callejear y otras ir de museo en museo.


Para mi, el viaje perfecto es la combinación de ambas cosas.
Si tuviera que darte 5 visitas imprescindibles te aconsejaría:
– subir a ver Burdeos a vista de pájaro desde lo alto de la Torre Pey Berland.
– visitar la Catedral de Saint André.
– cruzar el Puente de Piedra.
– conocer la Iglesia San Michel.
– ir a analizar al detalle la Plaza de la Bolsa.
8. CONOCER DARWIN ECO-SYMSTEN
Si cruzamos al otro lado del río nos encontramos con el Burdeos más moderno. Y alternativo.
Allí está Darwin Eco-System.






El espacio nació para albergar un coworking sostenible. Aunque los lugares de trabajo no están abiertos al público, podemos encontrar otros puntos de interés, así como asistir a alguna de las charlas o conciertos que organizan.


Arte urbano, skater y un restaurante cuya carta se fundamenta en productos obtenidos de la agricultura y ganadería sostenible. En Magasin General también se puede hacer la compra semanal. Presumen de vender únicamente productos ecológicos, en su mayoría locales.






Un ambiente hípster, con un toque retro, diferente al que te encontrarás en el centro de la ciudad. Merece la pena ver los contrastes que te ofrece Burdeos.




9.RECORRER LA ORILLA DEL GARONA
Burdeos cuenta con una gran explanada de unos cuatro kilómetros al borde del Garona en el que es frecuente encontrar a corredores y paseantes haciendo ejercicio al aire libre. Numerosos espacios verdes, restaurante y cafeterías y el territorio skate completan el espacio.
Los domingos desde bien temprano los bordeleses se reúnen en el mercado callejero que ocupa gran parte del paseo. Acuden a comprar el pan, llenar la nevera de fruta y terminar tomando el aperitivo con un vinito y unas ostras sobre un mantel de hule. No suena de lo más atractivo, pero es maravilloso el ambiente festivo que se respira.
Ya sea andando, en patinete o sobre las ruedas de una bicicleta, no dejes de pasear por el Garona y disfrutar de las vistas.
Y hasta aquí el pequeño resumen de lo que te puede ofrecer la ciudad francesa.
Nos han quedado cosas por ver, pero como se suelen decir en estos casos: “Siempre hay que dejar algo para poder volver”
¡Espero que te haya gustado este pequeño viaje virtual!
Entrada no patrocinada. Fotografías y dibujos propiedad de Mapa y Pincel. Todos los derechos reservados.
2 ideas sobre “Burdeos – Los imprescindibles (9 cosas que hacer en la ciudad)”
Burdeos es un viaje muy recomendable para pasar un fin de semana largo
A mi me sorprendió gratamente y recordando ahora que no podemos viajar pienso que me gustaría volver
Seguro que dentro de poco nos dejan volver a preparar las maletas y disfrutar de los viajes.
Mientras eso llega, hay que pensar que… ¡recordar es volver a vivir!