El Malaín: Una tarde recolectando
¿Alguna vez has soñado con tener tu propio huerto?
¿Eres de los que plantas fresas en una maceta en la terraza o de los que prefieres sacar los arándanos directamente de la nevera?


Cada época del año tiene sus tradiciones y el verano es un buen momento para ir a recolectar. Por eso te propongo un plan pensado tanto para grandes como para pequeños, en el que disfrutar de la naturaleza del norte.
1. ¿Qué es El Malaín?
Vamos a situarnos en el mapa: Asturias, Villaviciosa, San Justo, finca El Malaín.


En este entorno se encuentra la finca El Malaín donde, en sus terrenos al aire libre, se cultivan frutos rojos. Desde hace años Marta y Pablo, sus dueños, plantan, entre otros frutos, arándanos, moras y frambuesas a lo largo de su extensión.


Hasta aquí no hay nada diferente a otras plantaciones familiares, sin embargo, ellos han sido capaces de innovar al máximo haciéndote el protagonista principal de la recogida.
La finca la abren al público en general de julio a septiembre para poder recoger tú mismo la fruta directamente del árbol.


2. ¿Cómo llegar?
La finca se encuentra en el pueblo de San Justo, una pequeña localidad cercana a Villaviciosa.
Hoy en día, «San Google»nos facilita mucho la tarea en los desplazamientos, pero aquí te dejo unas pequeñas indicaciones por si te falla la cobertura.
– Desde Villaviciosa hay que tomar la desviación a la carretera AS-256, dirección Venta Las Ranas. A unos 10 km tendrás que girar en el desvío hacia San Justo. No tengas miedo que está señalizado en el camino, tanto como para llegar al pueblo como a El Malín.
– Si vienes desde otro punto de Asturias, lo mejor es tomar como referencia de partida Gijón. Desde allí, hay que coger la salida hacia la N-632 dirección Villaviciosa. Pasado Venta Las Ranas, a 1 kilómetro aproximadamente, encontrarás San Justo.
3. El Plan
Lo primero es elegir un día para hacer la excursión. Lo ideal es optar por una mañana o una tarde que haga sol. Ya sabes que por aquí en el norte no solemos tener unas temperaturas súper altas, así que el día será más agradable con un poco de calor, pero sin llegar a asfixiar.


Una vez que llegas a El Malaín lo primero es aparcar el coche. Allí disponen de aparcamiento, así que no tendrás que perder tiempo buscando un sitio para dejarlo.
El acceso a la finca es gratuito. En la primera toma de contacto, te darán la bienvenida y te explicarán cómo funciona.
Frambuesas, grosellas, moras, arándanos…
¡el paraíso de los amantes de los frutos rojos!
¿Estás preparado?


En la entrada deberás recoger una cesta en la que irás depositando la cosecha. Tendrás el privilegio de pasear sin restricciones a lo largo de las hileras de cultivo. No hay prisa, disfruta del paseo y del contacto de la naturaleza. En el itinerario podrás probar las frutas, pero sin abusar.


Recoge aquellas que estén más maduras y vete llenando tus tarrinas. Al finalizar podrás llevártelas a casa por un precio muy asequible (unos 2,50 euros la tarrina).


Y después de disfrutar de unas horas tan agradables entre frutas toca ponerle el broche de oro al plan.
¡Prueba sus helados caseros de frambuesa o arándanos!
En la salida, en el momento de ir a pagar la recolecta, podrás tomarte un helado en tarrina o cucurucho y comprar también sus mermeladas o zumos para degustar en casa.


4. Los Frutos
Cada una de las variedades que tienen cultivadas en la finca tiene su momento de recogida. Por eso, en función del mes en que hagas tu visita podrás tener unos frutos u otros.
Tal y como indican en su web, tienes que saber que si vas en agosto serán los arándanos los que te están esperando, mientras que las frambuesas solo las tendrás en junio y septiembre.


Otro factor a tener en cuenta es la cantidad de gente que pasa por la finca. Hay momentos que si la afluencia es muy grande puedes llegar allí y que la cosecha no sea muy abundante. Al fin y al cabo, las frutas tienen su ritmo de crecimiento y no nacen de un día para otro.
Pues hasta aquí el plan que te proponemos hoy. Una forma diferente de disfrutar del aire libre y poder paladear el sabor del norte.
Además, los arándanos del desayuno sabrán mejor por el solo hecho de pensar en que han sido recolectados por ti, ¿o no?